Telos (Fundación Telefónica).- (David Redolí) Cambiar el rumbo energético se ha vuelto algo necesario para frenar la emergencia climática en la que estamos inmersos. Para ello, la Unión Europea debe tomar la drástica decisión de promover la transición verde, es decir, dar el salto y forjar un nuevo proyecto que financie energías renovables.
Cuando hace cientos de miles de años el hombre encendió manualmente el primer fuego descubrió cómo emplear la madera y las hojas secas (es decir, la biomasa) para asar la comida, para defenderse de las fieras o para iluminar la noche. Desde entonces hasta ahora la evolución de la humanidad se ha basado, en esencia, en dos elementos exclusivos de nuestra especie: la pericia para cooperar y la capacidad para usar los elementos disponibles en la naturaleza para producir energía. Sin ellas, sin la cooperación humana a gran escala y sin la generación a voluntad de energía, el Homo Sapiens no sería lo que ha llegado a ser a lo largo de los siglos. Así, el aprovechamiento del carbón, de la madera, del petróleo, del agua, del gas, del sol, del aire o del uranio nos ha permitido globalizar el mundo, inventar Internet, llegar al espacio, impulsar nuestra inventiva (también para armar devastadoras guerras) y, sobre todo, construir progreso y bienestar... Leer más