El Diario Montañés.- La geopolítica actual está alcanzando tal nivel de extravagancia que ha conseguido colar en las conversaciones de café algo tan poco cotidiano como un puñado de elementos de la tabla periódica. Donald Trump, con su intervención en las negociaciones de paz con Ucrania, ha puesto en primera plano de la conversación mediática las conocidas como 'tierras raras', presentadas como el nuevo dorado que ansían para sí los gobiernos de todo el mundo y que guardan en su subsuelo sólo unos pocos países privilegiados.
Pero la realidad no es tan fantástica. Ni en puridad son tierras ni son raras, por escasas. Tampoco son pocos los estados tocados por la varita de la Geología. Sin ir más lejos, Ciudad Real o Pontevedra están entre los ocho puntos señalados en España con posibilidades de albergar yacimientos de estos elementos químicos clave para la revolución tecnológica. Sin ellos no hubiéramos conocido los procesadores informáticos, los paneles solares o los motores eléctricos de alta eficiencia... Leer más