En los últimos meses están proliferando plataformas, asociaciones y movimientos de diverso tipo en diferentes partes del territorio nacional con una bandera muy concreta: la oposición a la extensión de las energías renovables. Es una ola con influencia creciente, pero con un recorrido limitado, tomando en consideración los objetivos que como país tiene que cumplir España siendo Estado Miembro de la UE y dada la elevación de ambición climática pactada en la COP26.
A pesar de la necesidad de cumplir con estos objetivos, los opositores a las renovables se afanan en convocar manifestaciones para mostrar su rechazo, pero sin mostrar un modelo alternativo factible. Es el caso de la manifestación convocada el 16 de octubre en Madrid bajo el lema «Renovables, sí; pero no así», convocada por la Alianza Energía y Territorio (Aliente) para hacer oír en la capital de España su propuesta de un modelo de transición ecológica distribuido.