Mesa 3ª: Reactivación económica y desarrollo del Territorio

España tiene la oportunidad de convertirse en proveedor de materias primas esenciales para la industria española y europea en determinadas cadenas de valor estratégicas, pero para ello será necesario encontrar los equilibrios adecuados para desarrollar una minería eficiente y sostenible que de impulso a la reactivación económica y aborde las necesidades de desarrollo de los territorios.

Se trata de la principal conclusión extraída de la Mesa Redonda desarrollada bajo el título “Reactivación Económica y Desarrollo del Territorio”, incluida en el Ciclo “Materias Primas Estratégicas para la Transición Energética”, y organizada por el Instituto de la Ingeniería de España (IIE), en colaboración con la Asociación para la Transición Energética, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), el Consejo Superior de Colegios de Ingenieros de Minas y la Real Academia de Doctores.

Estos expertos llevaron a cabo una reflexión sobre la oportunidad de nuestro país de aprovechar, desde el punto de vista de la necesaria reactivación económica, el papel crucial de las materias primas para la transición ecológica, sobre todo en los ámbitos energético y digital, y la necesidad de llegar a acuerdos y consensos para conseguir un adecuado desarrollo de los territorios, y la mejor gestión posible de los fondos Next Generation de la Unión Europea, siempre teniendo en cuenta que los recursos naturales deben ser transformados donde se extraen para que haya beneficios añadido locales.

Guillermo Fernández Vara, destacó la diversidad de regiones, grupos políticos y estructuras que componen el Comité de las Regiones, y defendió que “para encontrar el equilibrio entre todos no puede haber ganadores y perdedores, sino que tiene que haber la sensación de que todos ganamos, de una u otra manera”.

Añadió que “el planeta no es nuestro amigo, sino nuestra casa, y según la cuidemos viviremos mejor nosotros y nuestros hijos”, e incidió en que “los recursos naturales están ahí, y pueden estar bien o mal utilizados, y es nuestra responsabilidad utilizarlos adecuadamente”.

Sobre la necesidad de que los niveles local, regional y europeo deben trabajar juntos, el presidente de la Junta de Extremadura dijo que “hay que aprender a actuar desde Europa, un continente que debe ser referencia y modelo para influir en el mundo”.

Con todo, fue contundente al explicar que “las grandes decisiones de las organizaciones internacionales, terminan tomándose finalmente en los pequeños ayuntamientos, donde normalmente son 7 o 10 concejales los que terminan tomando las decisiones”.

Fernández Vara incidió en e que “los recursos naturales tienen que ser utilizados y transformados, allí donde estén ubicados y sean extraídos, por economía, por sostenibilidad y por desarrollo local, lo que quiere decir que “en este sector está naciendo una nueva épica, y se están repartiendo de nuevo las cartas”.

En este sentido, se refirió también a que “hay recursos mineros que están ubicados en espacios compatibles con la sostenibilidad y las leyes urbanísticas, pero hay otros que tienen más dificultades, y es necesario buscar el equilibrio entre unos intereses y otros”.

Precisó que desde la Junta de Extremadura “tenemos claro que esta nueva época industrial y energética tiene que nacer desde abajo, desde las comunidades locales, y esto vale para la minería, pero también para las energías renovables”, y concluyó apostillando que “o conseguimos que se entienda en los órganos de decisión internacionales que todo depende del ámbito local, o no habremos conseguido nada”.

Por su parte, Mattia Pellegrini destacó a necesidad de que haya “una implicación social para crear una economía circular”, y se refirió a que “para conseguir una adecuada transición energética, se van a necesitar muchas materias primas estratégicas”.

El representante de la Comisión Europea explicó que “se ha legislado por primera vez en Europa sobre el litio, el cobalto, el níquel y el grafeno, de forma que los importadores deberán demostrar que cumplen con los requisitos sociales y medio ambientales”, y precisó que “en todas las baterías de segunda generación será necesario a partir de 2030, observar medidas de reciclado, justo cuando los coches eléctricos de primera generación lleguen al final de su vida útil”.

En este sentido indicó que el nuevo reglamento europeo de baterías “se basará en el reciclado, y ya se han puesto en marcha normas para garantizar una importación sostenible de las baterías que llegan de África o Asia”.

Pellegrini explicó que “la Unión Europea tiene claro que la solución a estos problemas está basada en tres pilares: la extracción sostenible, el reciclaje y la sustitución con materias primas alternativas”, y afirmó tajante que “por ahí van a ir los proyectos de futuro de la Unión, que pretende trasformar este mercado en circular”.

Por último, indicó que el nuevo reglamento europeo de baterías “obligará a los estados miembros a utilizar materiales procedentes de la propia Unión Europea, si es que estos se producen en esta región”.

Por su parte, el director general de Industria y Pymes, Galo Gutiérrez, afirmó que los fondos europeos de recuperación Next Generation “van a producir una aceleración y ser un elemento catalizador de las políticas industriales que ya estaban previstas para antes de la pandemia”, e indicó que es necesario “atender los retos de la trasformación digital y de la lucha contra el cambio climático, y los fondos de recuperación sirven para terminar ese proceso”.

En relación con estos fondos europeos dijo que “se distribuyen por parámetros de población, renta per capita, desempleo... etc, y aplicando estos parámetros, a España e Italia les corresponde el nivel máximo”. Pero sugirió que el hecho de que Francia y Alemania estén bastante por debajo en ese reparto, “debe llevarnos a ser muy responsables”.

Galo Gutiérrez reconoció que “nos hemos comprometido a hacer una nueva Ley de Industria, y para hacerlo con garantías, hemos constituido un grupo de expertos de alto nivel encargado de ello”.

También se refirió a los Proyectos estratégicos para la recuperación y transformación económica (PERTE), y explicó que “queremos enviar al Consejo de Ministros cuanto antes el del coche eléctrico, pero hay otros muy importantes como los relacionados con el sector naval, el farmacéutico, el agroalimentario... etc., que nos permitirán conseguir buenas cadena de valor”.

Finalmente enfatizó que en que “el proceso industrial depende en buena medida de un inteligente tratamiento de las materias primas estratégicas”.

En su intervención, Cristóbal Sánchez Morales destacó que Andalucía es una región minera histórica con abundancia de sulfuros metálicos, y que está siendo foco de atención por su posición geográfica y por su proyección, ya que cuenta con el 40 % de la producción minera nacional, y el 90 % en el caso de los metales.

Precisó que en Andalucía se invierten en este sector 2.000 millones de euros y hay 40.000 personas que viven de él, y afirmó que “esto afecta principalmente a las comarcas mineras, pero influye en todo el territorio”. En este sentido, indicó que
el empleo que genera esta industria “es de alta calidad, exige elevada formación y tiene permanencia en el tiempo”, destacó la necesidad de garantizar la seguridad en el trabajo, e insistió en que “el índice de siniestralidad está contenido, y muy lejos del que había en otras épocas”.

En este sentido destacó que “por cada 12 trabajadores del sector extractivo, que en total son 20.000 empleados, hay 4 millones que dependen de esas materias”.

Se refirió a la necesidad de “crear un entorno normativo y administrativo que de respuesta ágil y precisa a las industrias mineras”, que deben tejer una alianza con el ámbito de la sostenibilidad, “ya que la normativa en este sentido es garantista”.

El director general de Industria andaluz puso en valor la cadena de valor de la industria extractiva regional indicando que “hay necesidad de cobre en el mundo, y su demanda se va a incrementar”, para añadir que “en Andalucía tenemos mucho potencial de producción para extraer cobre, pero no se entiende que haya barreras normativas, técnicas o de financiación que nos distancien de conseguir nuestros objetivos”.

Se refirió también a que la responsabilidad social del sector de la minería es muy evidente, y puso como ejemplo que “en un ámbito muy masculinizado, aumenta constantemente la presencia de la mujer en la mina”.

Abogó por la necesidad de una “unificación y racionalización de la normativa relacionada con la actividad minera en toda Europa”, y explicitó que de lo contrario, “podemos perder el tren moviendo papeles”; y se refirió a que “es necesaria la innovación en sus diversas vertientes como conexión entre los agentes financieros, la industria y la sociedad”, y a que “hace falta una especialización inteligente en esta materia”.

Por último, resumió los tres pilares que la Red Europea de Regiones Mineras (Mireu) ha identificado para asegurar la viabilidad de los proyectos extractivos, y que no son otros que “la racionalización de la dispersión normativa existente, la necesidad de obtención de la licencia social para operar, e innovación, innovación, innovación”.

César Luaces Frades comenzó su intervención recordando que “la industria de las materias primas es una de las primeras que existió en la tierra, y probablemente será de las últimas que exista”.

El presidente de COMINROC defendió que “tenemos que trabajar en una estrategia win-win con coordinación y equilibrio”, y detalló que de las 30.000 explotaciones mineras europeas, apenas 200 son de materias primas estratégicas.

Puso de manifiesto que “las industrias mineras están relacionadas con el entorno rural, son muy estables, muy longevas, fijan a la población y promueven empleo de calidad estable”, y constató que “la minería está generando empleos verdes y contribuye al entorno local, poniendo al servicio de los ciudadanos un recurso que es del Estado, que genera muchos impuestos y fomenta cadenas de valor locales”.

En este sentido insistió que este sector ”es esencial para la vertebración del territorio y del medio rural, en España y en Europa”, pero también incidió en que “nuestras industrias están vinculadas al suministro de tecnología de alto nivel”.

Lamentó que “en la actualidad hay numerosas estrategias europeas, nacionales y regionales... pero, por ejemplo, no hay ningún proyecto europeo de litio, por lo que nuestro continente tiene el riesgo de perder el tren para que las materias primas sean claves para los sectores estratégicos”.

Se refirió además a que “las normativas europeas y la española son las más exigentes del mundo, en cuando a materias primas y medio ambiente, derechos humanos, sociales, protección del patrimonio cultural... etc”, pero aclaró que “en términos de cambio climático, una tonelada de materia prima en Europa impacta menos que en cualquier otro lugar del mundo, y además nos ahorramos el transporte”.

Por último anunció que se está planteando la creación de la Fundación Minería y Vida, que se pondrá en marcha próximamente para “dar una vuelta de tuerca a todo lo relacionado con la sostenibilidad y la gobernanza en el ámbito de la minería”.

Nota de prensa 3ª Jornada