Muchas son las voces que en Europa se han alzado estos últimos meses para reclamar una profunda reflexión sobre la capacidad industrial de la Unión, sobre cómo incorporar las lecciones aprendidas de la pandemia reforzando la resiliencia del sistema productivo europeo y dedicando los fondos para la recuperación a acelerar la transición verde y digital y reforzar los sistemas sanitarios. Todo ello en el marco del “modelo” europeo de solidaridad social y territorial.
En este contexto, la Iniciativa Europea de Materias Primas Fundamentales ha servido de faro a la Asociación para la Transición Energética para participar en la organización del 1er Ciclo de mesas redondas sobre Materias Primas Estratégicas celebrado en el mes de mayo, que tuvo por objetivo facilitar el debate sobre el desafío y la oportunidad que tenemos frente a nosotros y la necesidad de llegar a acuerdos y consensos para el desarrollo social, económico e industrial de nuestro país bajo tres perspectivas que deben ser complementarias: la industrial, la sostenibilidad medioambiental y el desarrollo regional.
La primera conclusión de este Ciclo es que es necesario asegurar el suministro de las materias primas estratégicas necesarias para cumplir los objetivos del Pacto Verde Europeo y la transición ecológica. Para ello es imprescindible promover la cadena de valor completa, desde la extracción de materias primas necesarias para el proceso productivo, hasta el producto final. También es necesario impulsar la economía circular como estrategia para reducir la entrada de materias primas vírgenes en el ciclo productivo, así como el reciclado cuando es técnica y económicamente posible.
La segunda, es que la extracción de materias primas en Europa y los procesos industriales de producción deben de hacerse aplicando los exigentes estándares y normativa medioambiental y con el justo retorno a las comunidades de los territorios donde se desarrollen.
La tercera conclusión es que las prioridades europeas y las españolas para la recuperación económica coinciden: acelerar la transición verde (energías renovables y movilidad eléctrica) y las industrias que la harán posible y para ello disponemos de los recursos naturales (litio, tierras raras magnéticas, cobre…) y económicos (fondos europeos).
Pero para aprovechar esta oportunidad es urgente:
- La aprobación por el Gobierno de una estrategia para el aprovisionamiento de materias primas críticas para las industrias nacionales esenciales para la transición energética y digital, especialmente la del coche eléctrico y los aerogeneradores, privilegiando la explotación de los recursos nacionales.
- Una reforma administrativa que reduzca los plazos para la toma de decisiones.
- La coordinación de actores institucionales, públicos y privados, en la integración de los diferentes elementos necesarios para el éxito de las Cadenas de valor priorizadas.
- Innovación en los procesos tecnológicos industriales, innovación en los procesos de control medioambiental, innovación en los procesos de concertación institucional y social.
La Asociación para la Transición Energética asume el reto de contribuir activamente a que esas conclusiones y recomendaciones se materialicen en consensos sociales y políticos que faciliten una transición energética sostenible medioambientalmente, viable financieramente y justa socialmente.
