El Correo.- La cuenta atrás para el 2030 está a la vuelta de la esquina. España quiere y debe ser, según las directrices del marco europeo, un país que convierta el 81% de toda su electricidad en energía renovable. Para garantizar esta transición, las redes eléctricas juegan un papel crucial, porque sin estas, no habrá transición en ninguna esfera: energética, industrial ni digital. Las instalaciones renovables, a día de hoy, triplican la capacidad del transporte de estas redes, que sin la reconfiguración necesaria estancará a la península ante el reto de la descarbonización.
«La transición energética es el acontecimiento más importante en el que ahora mismo se mueve la historia de la humanidad. Engloba desde los aspectos más domésticos a las cuestiones más transnacionales. Desde comprar un coche eléctrico hasta la de hacer una central nuclear», señaló Antonio Cordón Portillo, presidente de la Asociación para la Transición Energética(ATE), durante la apertura del foro ‘Redes para la Transición Verde’, organizado por la asociación en colaboración con el diario El Correo, y que reunió a diversos expertos... Leer más