Alerta.- (Julián Fuentecilla García) Durante las últimas semanas se viene produciendo en Cantabria una tormenta de acciones de diversas entidades que se denominan “ecologistas” y que, a su vez, se subrogan la representatividad del mundo rural allí donde existe la posibilidad de instalar un parque eólico… eso si, siempre para llevar a cabo acciones de rechazo total, con actitudes, declaraciones y argumentos que no se ajustan a la realidad.
Como alcalde del Ayuntamiento de Soba, donde está ubicado el Parque Eólico de “Cañoneras”, el único instalado y operativo hasta la fecha en nuestra Comunidad Autónoma, paso a exponer nuestra experiencia sobre el particular... Leer más
Todo comenzó en el año 2000, cuando la empresa Eólicas 2000 se puso en contacto con el consistorio que represento para presentarnos una iniciativa para el desarrollo de este parque, con una propuesta económica muy interesante para el municipio, y que fue aceptada casi por unanimidad.
Posteriormente, nos reunimos con los presidentes de las juntas vecinales afectadas y con los propietarios de los terrenos para informarles de la propuesta, al tiempo que dichas juntas vecinales convocaron concejos con todos los vecinos a los que informaron del proyecto, sometiendo dicha iniciativa a la aceptación de los mismos en cada uno de los pueblos afectados. El resultado fue unánime, y todas y cada una de las juntas vecinales aceptaron la instalación.
De este modo se inició la tramitación de las autorizaciones pertinentes, dando lugar a la autorización de parque y su puesta en marcha en el año 2007.
Los resultados económicos para el municipio de Soba fueron inmediatos y espectaculares, recibiendo alrededor de 600.000 euros por las licencias de obra, y otros casi dos millones de euros por los conceptos de Bienes Inmuebles de Características Especiales (BICE), Impuesto de Actividades Económicas (IAE) y Convenio Social, a lo largo de los ya 15 años que el parque lleva operando.
Pero es que, además, el Canon de Aprovechamiento ha supuesto para las distintas Juntas Vecinales un total 1.875.000 euros a lo largo de estos tres lustros.
Estos ingresos los hemos invertido en la mejora de infraestructuras y servicios en todo el municipio; en la renovación y acondicionamiento de redes de agua y saneamiento; en la pavimentación de los núcleos urbanos; en la mejora de carreteras, caminos rurales, edificios, parques y espacios públicos; en la instalación de banda ancha de internet; en el acondicionamiento de nuestros centros culturales, educativos y deportivos; y en el apoyo a actividades sociales y deportivas, entre otras mejoras sociales para nuestros vecinos.
En definitiva, hemos mejorado sustancialmente la vida de nuestros habitantes, entre los que la aceptación e integración social del parque con posterioridad a su instalación ha sido total, en parte por los beneficios citados anteriormente, y en parte porque los ganaderos que tienen fincas en la zona cuentan ahora con una accesibilidad rodada al territorio que antes no tenían, y que hubiera sido inviable realizar.
Además, la adaptación del ganado en la zona del parque es total, hasta el punto de que es habitual ver vacas o yeguas junto a los aerogeneradores, conviviendo con total naturalidad.
De esta manera, puedo decir sin temor a equivocarme, que la integración del parque en nuestras vidas ha sido total y exitosa, motivo por el que en Soba observamos con auténtica perplejidad los rechazos que se están produciendo estos días en otras zonas de Cantabria contra la instalación de parques eólicos.
A los vecinos de todas estas zonas, yo solo puedo decirles, teniendo en cuenta nuestra experiencia: “que se lo piensen”.
Y a las entidades que se autodenominan “ecologistas”, y que se han subrogado la representatividad de la defensa de los Valles del Sur, en los cuales sus representantes más agitadores no viven, les diría que en España se han vuelto a poner en funcionamiento dos plantas térmicas con carbón como componente energético, y que es ahí donde deberían focalizar sus protestas.
Por favor, no echemos más carbón a nuestras vidas.